Bogotá todavía no se ha enterado de que la supremacía que tenía con el resto de colombianos, a los que llaman calentanos, se terminó hace doscientos años
De familia bugueña, estudió en el Liceo Francés, por plagio salió de la universidad y se gana la vida haciendo reír sin saber que su éxito se volvería su condena
Es de las pocas famosas a las que no le da pena reconocer su uribismo. Sus chistes contra las gordas, asiáticos y los pobres la convirtieron en Diosa de los gomelos bogotanos
Se conocieron de niñas en Missi, con los años se enamoraron y su destape e industria las convirtió tan famosas que tienen más 6 millones de seguidores. Ahora sacarán una novela