No impidieron la llegada de la cúpula de las Farc al Congreso pero sí favorecer a las mujeres víctimas. Impidieron que extranjeros pudieran litigar en la JEP
Ocho millones de compatriotas de todas las geografías, condiciones sociales, raciales y étnicas, deambulan su indigna condición en un país que los trata como de categoría inferior
Descalifican la compasión, subvaloran la solidaridad, dirigen su dedo acusador a quien no hace otra cosa que intentar ponerse en los zapatos de la víctima