¿No es acaso prioridad del gobierno, y de la vicepresidenta velar por el bienestar de un país inmerso en el lastre de traumas de la violencia, la inequidad y el desempleo?
Advertencia a la vicepresidente para que no feríe nuestra riqueza por la vía de la Convención de la Unesco, que va a terminar favoreciendo a nuevos piratas y guaqueros