Una mujer de 79 años trabaja en la plaza el Playón vendiendo rosas. Las condiciones son precarias; los olores, putrefactos, y la delincuencia está a la orden del día
Hasta antes de la pandemia vivía vendiendo fruta en un mercado de Santiago de Chile. Sin trabajo y machacada por la vida, la actriz de la Vendedora de Rosas regresó