La plaza de toros de Marruecos en la sabana de Bogotá, ha sido el refugio para toreros, ganaderos y taurófilos que ven amenazados su arte y su supervivencia
Atrás quedaron los años de gloria y la euforia de público viéndolo salir por la puerta grande, el gran torero vive el ocaso de la fiesta brava en medio de un descalabro económico