El tatuador Pablo Andrés Alfaro atrae clientes sin capacidad para pagar los costosos dibujos en la piel y les da crédito en su taller de la localidad de Teusaquillo
Incluso una de las 600 mujeres que han denunciado abusos por parte de miembros de la escena cultura del esa ciudad apareció muerta. Muchos creen que la mataron