Parece que a la novia de Piqué no le importa mucho el ‘qué dirán’, pues se dejó ver pasadita de copas y tirada en el piso ¿No piensa en la imagen del exfutbolista?
Mientras la cantante se reorganiza en Miami, el penalista español Pablo Molins le cuida la espalda en Barcelona, donde avanza su caso de fraude con Hacienda