Sin saberse cómo, los colombianos se inventaron un tercer personaje. No es Rodolfo Hernández quien está pateando el tablero. Es Colombia la que lo está haciendo
El gremio de donde proviene no tiene nada de simpático más allá de ser el de mostrar ante la crisis, pues permite el movimiento de dinero sucio a plena luz del día
La política es el arte de seducir las esperanzas de los incautos. Nada importan moral, ética, dignidad, buena fe o tan solo algo de sensatez o sentido común
La primera vuelta fue triste para Petro porque la meta era ganar, con la derecha "dividida" en varios candidatos. Pero dulce porque no ha terminado la campaña aún
Rodolfo se ha dado el gusto de hacerle el feo a los uribista y a Fajardo. Veremos si solo con sus votos llega al poder. Petro podría sacarle provecho a la coyuntura