Lo menos malo (el coscorrón de Germán Vargas) resultó censurable y fue condenado por los electores; y lo más repudiable (el palmadón de Rodolfo) resultó admirable
Rodolfo exhibió no solo su chabacanería sino su "talante democrático" al huirle y sacarle mil excusas al debate antes de segunda vuelta. Si así es como candidato...