Con perspectivas económicas sombrías, la pésima calidad del gasto público y una distribución del ingreso desigual se necesita un estado menos corrupto y más eficiente
Buena parte de las medidas que ha tomado su gobierno con responsabilidad de Mauricio Cárdenas pueden servir en el corto plazo pero ser perjudiciales en el tiempo
Cuando Santos señala que la lucha contra la corrupción debe ser causa nacional solo encuentra escepticismo, porque ¿cómo será posible derrotarla si persiste el mal ejemplo de la “mermelada”?
El ministro Cárdenas la emprendió contra la clase media, siempre tan indefensa, siempre tan sumisa, siempre tan callada para sufrir y esperar. De los pobres, que ni se hable