La moralidad actual, en lugar de fomentar la ética, ha generado un mecanismo de control social totalitario, que reprime la espontaneidad y nos deshumaniza
No engañemos nuestras mentes, para que nuestros corazones puedan habitar lo que tanto anhelan: seres de bondad, verdaderos hijos de Dios y un mundo mejor
Cada desafío se convierte en una oportunidad para redefinir nuestra narrativa personal, para escribir un capítulo más profundo en la historia de nuestras vidas
Algunos pensadores a lo largo de la historia han cuestionado si la esperanza es realmente una virtud o si, por el contrario, puede convertirse en una carga