La clave del programa era darle voz a marginados: putas de Lovaina, gamines que dormían en el parque Bolívar, venteros ambulantes y un sinfín de seres anónimos
En 1958 Miguel Zapata Restrepo creó un programa radial que sin quererlo se convirtió en un punto de quiebre del periodismo que se hacía en ese entonces en Medellín