Cartagena, asiento de dos reinados de belleza (uno nacional para la mujer blanca y otro para la mujer afrodescendiente de los barrios pobres de la misma ciudad)
Puede decirse, sin eufemismos ni juegos de palabras de por medio, que el problema del negro en la sociedad estadounidense es en realidad problema del blanco
Es tal nuestra ceguera que no atinamos a ver que lo maravilloso de la existencia es la posibilidad de unir colores de piel, ideas religiosas o diferentes opiniones
Hechos como los de Francia Márquez pueden reducir al racismo a faltas así de graves; luchar contra él empieza por una juiciosa observación individual y colectiva
Muchos desean que esta mujer sirva de chivo expiatorio y “ejemplo de justicia”, siendo condenada por las palabras proferidas en contra de la vicepresidenta
De malas si no gustó su sinceridad. A veces, no ser políticamente correcto en el discurso genera más titulares que todo este manojo de proyectos de la Paz Total
Los, les, las Mujeres, Negros, Indios y LGTBI+Q se quejan desde su lado por un motivo o por el otro de las injusticias sociales, con buenas dosis de razón