Gerentes de tiendas de ropa interior han enviado bragas a la oficina del primer ministro Jean Castex, como descontento por el cierre de sus tiendas consideradas no esenciales
El presidente prometió cambiar el sistema, pero desató una oleada de protestas que los trabajadores de la mítica Ópera de París y los alcantarilleros de la ciudad no están dispuestos a aceptar
Sin que estuviera calculado y nadie lo previera, aparecieron los chalecos amarillos, que de un solo plumazo echaron abajo el castillo del presidente francés