El problema de la educación no es nuevo, más bien es uno cuya solución ha sido postergada. ¿Hasta cuándo los profes tendrán que seguir saliendo a las calles?
Aunque los recursos son vitales, su escasez no es lo más más grave. Deberíamos ver la calidad de la secundaria pública, que es pésima, por no decir paupérrima