Se asoma como la segunda interpretación que recibirá el municipio de una reunión que pretende conservar su primer hálito de inverosímil y sus tintes revolucionarios
En bocas que besan, en roces y gemidos que prolongan el otoño febril de los cuerpos, arde la poesía. Y así, fugaz o perenne, habita al hombre, lo sacude, lo vuelve humano