La “indignidad” de lo pactado y el futuro castrochavista que se esgrimen contra el acuerdo, conllevan la idea que el pueblo -con mayoría de edad- es incapaz de elegir con sabiduría
Santos repite una de las más gordas, cuando jura que las Farc se comprometen a abandonar el narcotráfico y a colaborar con el Gobierno en su desaparición total
Para la inmensa mayoría el contenido de los textos acordados no interesa: votarán por el ‘sí’ porque implica el desarme de las Farc, o por el ‘no’ porque no admiten la conciliación con ellos
Razones para dudar son muchas y tengo interrogantes que me acosan, pero hay lugar para esperar algunas cosas positivas y voy a apostarle a ese mal arreglo (mejor que un buen pleito)
Inspiradas por los Castro, por Chávez y por los demonios de la izquierda impenitente, las Farc empezaron a ponerle condiciones, a llenarlo de exigencias. Santos les entregó todo