La pandemia es apolítica y no partidista. Es el momento del respeto, de un vínculo más estrecho y profundo, y de reducir al mínimo el espíritu de enfrentamiento que prevalece
Arrancó la pandemia como un faro moral y luego del maltrato dado a vendedor ambulante y la falta de ayuda a la gente en la cuarentena, nadie le cree nada
Por ningún motivo debemos sacrificar el Bien Común y la Dignidad Humana en el patíbulo de las trasnacionales farmacéuticas. ¿A cuento de qué aceptar que impongan los precios y resignar la transparencia en la contratación?
La región está en el limbo, mantiene su irrelevancia, su precariedad, ¿será que para la próxima pandemia que pronostican los gurús, podremos desarrollar nuestra propia vacuna?