Ya en libertad, Odín Sánchez debe estar pensando en su flujo de caja, en los $5885 millones que adeuda a las víctimas de los paramilitares y en los cálculos electorales
Extraña la última prueba de supervivencia de Odín Sánchez —miembro del clan que ha gobernado el Chocó por muchos años— en la que legitima la lucha su secuestrador, el ELN