No puede haber mayor imbecilidad, mayor equivocación, que reiniciar conversaciones con los elenos antes de exigirles el cese inmediato de toda actividad criminal, incluyendo el narcotráfico
La apertura de negociaciones gobierno-ELN revive el fantasma de la participación y las excusas para rechazarla o reducirla a una farsa. ¿Seremos capaces de construirla?