El Gran Partido Liberal ya no existe. Desde cuando Horacio Serpa y César Gaviria se repartieron candidatura y dirección, murió en manos del Neoliberalismo de este último
Entre nosotros no se distingue la moralidad administrativa de los delitos penales que acaban siendo los únicos perseguidos y por así decirlo ‘socialmente (o mediáticamente?) sancionados’