Aunque llegó a Caldono, como se acordó, terminó yéndose, dicen que molesto por lo desagradecido de los indios, negros y campesinos que, según él, no apreciaron su gesto
"A pesar de que se extiende hacia otros puntos de la geografía colombiana, esto parece no importarle al gobierno, que solo está para quienes piensan como él"
Es un pulso de vanidades, arrogancias y resistencias, enardecido por partes que no están dispuestas a ceder. Quién sabe hasta dónde llegarán las consecuencias