¿No es acaso prioridad del gobierno, y de la vicepresidenta velar por el bienestar de un país inmerso en el lastre de traumas de la violencia, la inequidad y el desempleo?
“No puede ser que, mientras en el mundo civilizado se busca darle importancia y cubrimiento a la salud mental, la vicepresidenta dice que hay demasiadas sicólogas en Colombia”