Con la quema de uno de sus vehículos fue recibida la comisión en el departamento. El riesgo contra los chalecos azules llevó incluso a cerrar la oficina de la misión
El voluntario italiano que trabajaba en San Vicente de Caguán sabía que lo iban a matar y estaba obsesionado con denunciar el bombardeo en el que fueron asesinados 7 niños por el ejército