Su equipo perdió la final del torneo de ascenso, los hinchas le gritaban “Maradona me la pela” y entonces los cogió a trompadas junto con un par de policías.
El eterno 10 de la selección Argentina, quien se robó las cámaras en las tribunas de Rusia, aceptó haber caído en la droga en Barcelona, pero fue más lejos