Era necesario admitir que la lucha armada debía quedar atrás, que ya no existían condiciones históricas para ella, ni la remota posibilidad de ina victoria militar
Negar la presencia de niños y niñas en sus filas es contraevidente; fui testigo directa en dos reuniones con la guerrilla. También falta la verdad absoluta sobre violaciones y abortos