Dau es un fenómeno político que llama “malandrines” a los corruptos, tiene un programa de tres páginas para salvar Cartagena, y es un idealista corajudo que va aterrizando poco a poco
El regreso a su despacho, después de un fallo de tutela que lo favoreció, abre otro capítulo de dudas y vaivenes, cual piñata a bajar a ciegas y escobazos