En lo más duro del conflicto se unió a las Tejedoras de Vida y desde hace dos años cambió la coca por la caña de azúcar, un plan que quería para muchos otros campesinos
Los deseos de venganza, las envidias, las heridas, mantienen vivita esta cultura criminal con grupos de diversos pelambres para revertir decisiones, pagar favores, invadir, violar, expulsar, asesinar a quien incomode