Unanimidad completa y sorprendente en (des)calificar así al presidente de Venezuela, al que se está tratando como a un enemigo mortal que hay que derrocar con cualesquiera métodos
Gracias a la demencia de nuestra diplomacia, Maduro está reventándose de la risa con Aída Merlano en sus manos, tratando de conocer la corrupción electoral de Colombia