"No es común que un todopoderoso mandamás baje de su pedestal para cazar pelea con un súbdito suyo, igualándolo o igualándose a él, menos si este no tiene con qué defenderse"
Los rostros descompuestos, las miradas aviesas y las expresiones de ira recordaron que el odio sectario que se vive en el país está lejos de desaparecer
Con el escenario actual ya no es tan descabellado pensar que los dos congresistas eventualmente se sienten a hablar. Sea como sea, este diálogo por ahora es ficción
En una jugada que sorprendió a muchos, los congresistas “progre” dejaron entrever unas muelas casi uribistas que suman mucho a la polarización que tanto atacan