En su patético intento de compararse con la generación dorada de los noventa, al cucuteño se le olvidó que, a pesar de su clase, nunca fue más que Valderrama
"Ellos no solo olvidaron su condición, sino que también perdieron su dignidad. Para lo único que tienen 'carácter' es para ostentar que más vale ser rico que pobre"
"Por muy extraordinaria calidad que tenga, un jugador indisciplinado que antepone sus intereses personales a los de un colectivo no le sirve a un técnico como Rueda"