“No sé sabe si reconoce las limitaciones de Uribe quien se comprometiese a luchar contra el clientelismo y la politiquería y termino sirviéndose de estas”
El escritor que pensaba que a García Márquez lo arrobaba el poder tanto como las letras, le compite ahora viajando de un país a otro recomendando y satanizando candidatos
Los promotores del terror no han visto que el resultado es algo que ya se siente: cansancio, agotamiento, cero ganas de ver los innumerables debates y leer declaraciones de los candidatos.
De las cenizas del ominoso presente, saltar a ser grande, rica, poderosa, es la misión alucinante que Colombia intuye desde la victoria de Duque. Y le apuesta a esa inmensa ilusión