Al pobre Polo Polo le llegó la hora de poner la cara. Le toca ir a juicio por abrir la boca más de la cuenta contra Gustavo Bolívar. ¿Por la boca muere el pez?
¿Amores tóxicos o dependencia política? Esa es la cuestión que nadie sabe responder, porque no se entiende esa historia que se mantiene a pesar de todo