La moralidad actual, en lugar de fomentar la ética, ha generado un mecanismo de control social totalitario, que reprime la espontaneidad y nos deshumaniza
En su tradicional mensaje “Urbi et orbi”, Francisco se refirió a los conflictos en el mundo y llamó a trabajar por la paz y por la fraternidad hacia aquellos que sufren
"Es mejor concebida una frustración producto de los errores y del trabajo paciente que una determinada por la abulia de los que abdican de sus voluntades"
"La situación actual obliga a repensar las dinámicas sociales, es imposible predecir lo que pase en el futuro inmediato con todo el maremágnum que el coronavirus plantea"