Solo en la ciudad de Agdam, tristemente conocida como la Hiroshima del Cáucaso, hay plantadas unas 97.000 minas. El 20 % de Azerbaiyán fue arrasado y minado
Con la reconstrucción de este lugar, las mezquitas reviven, los edificios recobran su esplendor, las plazas reverdecen y su riqueza cultural se hace más fuerte