Parece que hemos regresado a algún enero entre 2002 y 2010. ¿Tendrá el presidente la habilidad necesaria para capitalizar este hecho políticamente como lo haría su jefe?
¿Por qué si el papá del cadete Diego Fernando, muerto en el atentado, dice que lo mejor es insistir con el ELN, quienes no han puesto una sola víctima piden más guerra?