¡Cuántas ilusiones guardamos para lo que vendría con el nuevo presidente! Y esta vez también dijimos Feliz Año, pero ya con escasa cabida para la Esperanza. Habremos de admitirlo
Las semejanzas entre nuestro mandatario y Maduro son cada vez más. Lo preocupante es que estas no se reducen a situaciones ridículas sino a cuestiones de vital importancia
A pesar de que algunas decisiones del presidente, como los nombramientos que ha realizado, han levantado una polvareda de críticas, estas no trascienden más allá
Prefiero a un presidente decente, transparente y sin truculencias, así cante en la ducha, en el palacio y en todas partes, que a uno malicioso, ladino y tramposo