A sus 88 años desde su retiro en Chía lo llama todos los días y sigue influyendo en la vida de sus tres hijos, tal como lo hizo con su esposo Luis Calos Galán
En el funeral de su padre le entregó las banderas, una decisión que treinta años después le pesa y mas aun después del puntillazo que provocó su renuncia al Partido Liberal