El libro es estremecedor sobre una práctica política que no cesa y que sigue incubando los huevos del diablo en esta tierra llena de pueblos olvidados hasta por Dios
La tradición judeo-cristiana, que fue impuesta en estas tierras por presidiarios y curas “civilizadores”, afianzó la creencia en la superioridad masculina
Es tiempo de que nos liberemos de lo que representa el «amo» gamonal y patriarcal, que nos ha «esclavizado», negando nuestros deseos, es decir, aquello que nos hace falta