El argentino, ya ciego, le pedía a su madre que le leyera sus libros favoritos entre los que se contaba La Vorágine. Odiaba a Vargas Vila y, sobre todo, a Gabo
Las cenizas del nobel regresan a la heróica, la ciudad que lo cobijó después del bogotazo cuando era un periodista que soñaba con ser un gran novelista
Tras Filbo, algo de la historia de la literatura que es el común denominador de los días cotidianos. Aquí una joya: el texto de Tomás Eloy Martínez sobre el comienzo de Gabo
El Nobel intentó mediar entre Clinton y Castro para lograr que EE.UU aflojara las medidas contra Cuba. Clinton no le cumplió y lo traicionó al detener a 5 cubanos