Al primero que pillaron fue a Chuck Blazer, quien confesó los US $50 millones que recibió en sobornos, y luego, con un llavero-balón grabó para el FBI a sus colegas directivos
Los anfitriones preocupados porque su fútbol no deslumbra, no convence y lo que es peor, juegan un amplio partido en contra con una afición cada vez más molesta