Pretender convertir al Foro de Sao Paulo en lavandería de narcodictadores, como lo están haciendo Lula y sus áulicos, por supuesto tiene un costo… ¡un costo alto!
Hoy, cuando se masacran policías, torturan indígenas y traumatizan a los niños, cobra vigencia esa sentencia del cantautor. Para matar no se necesita mucho
Como jefe del gobierno español, Felipe González dejó de ser Isidoro para agigantarse como estadista, en lo que vamos de Petro tristemente sigue siendo Aureliano
Ver a los dirigentes de oposición de ese país dando consejos a colombianos, chilenos o españoles sobre las amenazas del comunismo o del populismo es ridículo
La curva de su impopularidad no deja de subir. Remontar en estas circunstancias, como demuestra la historia, será titánico. Análisis del periodista Ricardo Angoso