El desminado en Orejón y Santa Helena no solo elimió explosivos, también derribó barreras de desconfianza, construyó una nueva convivencia, y un modelo para replicar en cientos de veredas
A diferencia de quienes escribimos desde la lejanía del internet, ella con un termo de agua fría (imagino) acude a donde no vamos por físico miedo y terror