Toda acción u omisión nuestra afectará significativamente a la vida en la Tierra incluyendo a nuestros hijos y a todo lo que amamos. ¿Qué podemos hacer?
Las estadísticas muestran una catástrofe social, un problema de salud pública, un fenómeno en aumento, un gran desconocimiento y una total falta de cobertura.
El dolor y a la muerte son los temores más constantes, pero no los únicos. La respuesta es clave porque los temores agravan la enfermedad, retrasan la curación
La enfermedad nos obliga a asumir conductas y hábitos que no son cotidianos. Pregúntate: ¿Qué es lo más difícil de la enfermedad que tengo? ¿A qué me está obligando?