.Publicidad. Llevo días tratando de escribir esta columna para hablar de las empleadas domésticas, seres indispensables en nuestra cultura y de quienes, dice la sabiduría popular, depende la felicidad del matrimonio y son más importantes que el mismo esposo. El impulso me lo dio una muy sentida columna de Héctor Abad en El Espectador, en […]