Lo que la tecnología asume como inteligencia es la simulación de una porción de lo conocido como inteligencia humana. ¿Dónde reside lo inalcanzable del ser humano?
El arte urbano, como ´El beso de los invisibles´, monumento (¿grafiti?) en Bogotá-, funciona como un espejo fantástico en el que no solo se refleja nuestro sentir y pensar sino también el de los demás