Día a día noticias trágicas nos muestran la miseria de los violentos, pero también la ineptitud y mezquindad del gobierno y el uribismo empeñados en la guerra. ¿Hay razones para el orgullo?
Directivos de diversas instituciones han perdido los escrúpulos y hasta la vergüenza. Algunos testimonios de las vicisitudes con las que lidian algunos maestros