Las elecciones, que deberían ser la piedra angular de la democracia, se han convertido en una farsa manipulada para continuar sosteniendo un poder absoluto
Para este continente plagado de recurrentes “supremos” dictadores, unos de opereta y otros de pacotilla, estudiar el fenómeno de la dictadura es muy importante
si un hombre no logra trascender los propios dolores a través de un perdón sincero, lo más seguro es que la beligerancia aflore para generar tragedias nacionales