¡Carajo!, si el Estado no es capaz de responder por nuestras poblaciones afectadas no estamos en nada, y sepan que no nos gusta ver a nuestros líderes pidiendo limosnas
Pasan un par de días y Atanasio me vuelve a escribir, “Una bendición. Andrew está bien. La casa está en el piso”. Volveré a Providencia, un lugar mágico