Si nadie pone freno la devaluación termina en una espiral inflacionaria, marcando precios para recuperar ingresos reales perdidos. Su bolsillo lo está sintiendo
El dólar trepó a más de $1.000 en 1996. En el 2000, saltó a más de $2.000. En 2016 superó la barrera de los $3.000. Y no pasó nada. ¿Qué podría pasar ahora?